Que un Dios se pase tres días en una cruz a cambio de toda una vida de felicidad eterna y de dominio del universo es un servicio que cualquiera estaría encantado de realizar en los mismos términos.
Ilustración: Abraham Janssens
Nos despedimos de URIAH HEEP (Londres, Inglaterra, siglo XIX), dejando la casa habitada, para residir en la de FLEM SNOPES (Mississippi, E...
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