"Como médico, no creía en la ridículas localidades que los románticos adjudican a los sentimientos. Él sabía que a veces la razón es un inpulso más virtuoso que lo que el cerbro es capaz de crear, y entonces proviene de un lugar inexplorado del pecho, una región entre los caminos de la sangre, allí donde los arbustos y los árboles de los huesos forman casas bellas como mansiones celestiales. También sabía que lo que llamamos corazón en ocasiones se centra en un punto del abdomen, como un cosquilleo que indica el crecimiento, quizá el traslado, la mudanza de las vísceras, tratando de acomodar el amueblamiento de las habitaciones humanas para hacerlas acordes a la conducta, tal vez a la íntima informacón que cada uno hereda, la particular constitución y la peculiar síntesis de toda una vida encerraa en los códigos de una célula." Mayo 2018
Ilustracion Los doctores malvados de James Ensor
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