Un perro que vio a un médico asistir al entierro de un adinerado paciente dijo:
—¿Cuándo espera desenterrarlo?
—¿Por qué habría de desenterrarlo? —preguntó el médico.
—Cuando entierro un hueso —dijo el perro—, es con la intención de destaparlo más tarde y roerlo.
—Los huesos que yo entierro —dijo el médico— son los que ya no puedo roer.
Ilustración: Georges de La Tour
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