"Une promenade sentimentale" por libros y autores muy diversos, conocidos o desconocidos, nacionales o extranjeros, de ficción, historia, filosofía o antropología. Una visita caprichosa, tal vez, pero no arbitraria. Leer es vivir, pienso. Sobre todo se aprende a vivir cuando leemos. No hablo de la vida práctica, aunque la lectura se extiende también hacia este plano en incontables casos, sino de aprender a vivir como seres humanos que día a día se van descubriendo. Mirarse en un espejo es algo engañoso, mirarse en el espejo de un personaje literario es, muchas veces y casi siempre, en manos de un buen autor, mirarnos a nosotros mismos. Cómo explicar, sino, las lágrimas que nos brotan al leer, el nudo en la garganta y la lenta recuperación de las fuerzas que nos hace permanecer sentados largo tiempo con el libro en las manos, cerrado sobre la última página. Un mundo en el que hemos estado, gente que hemos conocido y, quizá, amado más que a quienes tenemos al lado. Ésta es la realidad de los sueños, y la fantasía de la realidad.
Ilustración: El doble secreto de Rene Magritte
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