sábado, 11 de mayo de 2024

Kant o el laboratorio del pensamiento



 

1

 

 

qué es lo primero:

                        el golpe de unos ojos frente al frío del invierno

                        o el contacto de los dedos sobre un calendario roto

 

meses después del comienzo del año

julio muestra los iniciales deshechos de recién nacidos

 

ellos miran la cara de diciembre a lo lejos

pero el sol de septiembre engaña la vista

presume delicias que se funden sobre un lecho de asfalto

 

niños que hablan por  teléfonos portátiles

palabras que simulan el contacto de la piel

pero los pulpejos del invierno tocan las órbitas

bajo una frente blanca y ardiente de fiebre congelada

 

hombres que se saben separados por distancias que nadie

ni los libros o periódicos podrán  remediar

o el roce de la piel de un perro o un humano

lenguas inútiles, ásperas, irritantes

 

la experiencia orgullosa y triste de diciembre

se parece al cadáver de enero

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2

 

 

tiempo que muda las cosas de lugar

objetos movibles a razón de un ritmo

simultáneo de lo sucesivo

 

el tiempo no gira ni transcurre

es un fenómeno de las cosas

 

el niño es un viejo según quién observe

Dios es un reloj sin agujas

que nunca se detiene

 

adivina la hora, nos dice con su cara

donde estés parado, allí morirás

 

somos algo porque nuestra piel envejece

agradable síntesis del pensamiento empírico

que tiene por objeto aliviar

la pena que el alma conoce desde siempre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3

 

 

¿esta ventana de mi cuarto

está allí

o la ventana soy yo

viendo pasar los perros como mensajeros

de izquierda a derecha?

 

soy el vidrio que refleja un espacio

en placas negativas

que invierten el color del alma

convergiendo divergiendo

                            lo que se ve está dentro

                            lo invisible afuera

 

los perros pasan

viento que levanta polvo

de antiguas rocas volcánicas

perros que llevan montañas en su lomo

hacia el centro de mi alma

en la línea del horizonte

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4

 

 

con un puñado de pasto entre los dedos

te preguntas:

                      es más eterna la hierba

                      que mi cuerpo o mi alma

 

pero entonces ya no está el objeto de la duda

el viento dejó mi mano vacía

 

soy creador de lo que tocan mis dedos

el espacio de mi cráneo

es del tamaño de una nuez partida

fragmentos alineados sobre la franja del tiempo

 

la vida es una cosa que la razón disgrega,

como un vivisector, en conceptos y explicaciones

para cambiar la desesperación de la nada presentida

-donde las cosas son pedazos de la memoria-

por el anhelo de ver los contornos de esa nada

como un puñado de hierbas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5

 

 

el tiempo no es uno

son líneas paralelas y cruzadas

de una geometría semejante al caos

 

el desorden como concepto fundamental

para comprender sus reglas

 

cómo concebir una construcción

que no tiene las tres dimensiones

posee

a la vez

fuerza gravitacional y centrípeta

algo así

como el vacío de aire en el mar

la caída de una roca del espacio

que ha esperado

miles de años luz

ese impacto

para dividirse en fragmentos de hijos muertos

 

piedras de simultaneidad

sobre las que los hombres ponen la vista

tratan de introducir leyes pasadas y futuras

fórmulas que den aliento a este tiempo en que viven

no menos muerto que el pasado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6

 

 

frente al objeto

un sujeto sensible

y el entendimiento como revelador

de una lógica trascendental

conceptos que van más allá

del simple contacto entre las partes

 

descomposición de sus fórmulas

no para exponer en ferias

los particulares miembros de una estética

-crítica o condescendiente

contradictoria hasta el absurdo-

 

sino la intuición como una zona

en la que pocos entran porque es oscura

a veces árida, otras fría como hielo eterno

creando vías de acero conceptual

por donde corren trenes blancos hacia el origen

 

semilla del conocimiento

encerrada en un punto no retornable

el olvido entre las paredes de la sangre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7

 

 

qué es lo primero

conocimiento para atrapar las reglas físicas con los sentidos

o imaginación para intuir los objetos en el tiempo y espacio

 

todo fluye en una síntesis de ideas yuxtapuestas

el ojo sobre el ojo que sigue el movimiento

de una mano sobre la espalda cóncava del mundo

 

entendimiento

relación de juicios

conciencia comprobada en lo empírico

 

si la definición de un astro

crea la posibilidad de esa estrella

quizá el nombre Dios produzca al dios

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8

 

 

condición necesaria para la creación del mundo

es el roce de una mano perfumada de olivo

 

hay más caminos enlazados en su trama

que en toda la cosmogonía imaginada por el hombre

donde las ideas vagan como vértigos en abismos conceptuales

definiciones que no dicen la angustia primordial del origen

vaciedad de edificios construidos

-con reglas estrechamente obedecidas-

sobre planos que se hunden como el barro

 

cómo quebrar entonces una mano perfumada

sin dejar libre la sustancia en su expresión original

esa nada que también huele a cuerpos descompuestos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9

 

 

hay quienes se molestan si alguien les dice

que fueron otros antes de ellos mismos

cómo aceptar haber sido un mendigo

un perro vagabundo

una mujer que murió de cáncer

 

el tiempo es un sustrato persistente

todo cambio un accidente de las formas

 

el chico que creímos ser

ha desaparecido para siempre

el hombre que recordamos

con ternura y cierta envidia

está sepultado hace ya tiempo

 

cada diez años enterramos a alguien

en un funeral a puertas cerradas

uno, solo, que mira el tiempo

como quien ve el amargo paisaje

de una guerra que comienza

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10

 

 

imaginación y sueños no comprobables

refutan la idea de la realidad

el cuerpo intuitivo contrapuesto al cuerpo motor

 

de estas magnitudes restadas al tiempo

resulta el cero

número posible de lo absoluto

donde cada cosa es su opuesto

 

pero el entendimiento tolera sólo lo real

y justifica únicamente lo necesario

columna de la conciencia

plataforma de concreto

que se quiebra con el tiempo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

11

 

 

conceptos sin objeto

invención de la que aun los números dudan:

tamaño del sol

espesor del alma según el polvo que la forma

 

la mirada del chico cuando observa al perro

que luego de morderlo corre como asesino perseguido

el rocío acumulado entre las piedras de una calle de barrio

aún al mediodía, cuando el sol refulge en pleno verano

 

ese olor de las cosas viejas arrumbadas en el patio

al día siguiente de la muerte de su dueño

anciano que toleró la humedad de la muerte

hasta sentir el peso de la nada entre sus dientes

 

lo imposible definido sin contradicción

el cero entre las grietas de lo cotidiano

vacío como el cántaro a llenar por cada uno

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

12

 

 

objetos vacío de concepto

el miedo tal vez

 

hasta que los instrumentos de la mente

logren medir la capacidad de una mano

para contar el número de metros del temor que nace

con cada nueva fórmula y edificio construido

 

costados como mangos de fórceps

telas de camisas de fuerza

pinzas de disector para arrancar los residuos de la muerte

en los museos de los cementerios

 

nombres alternativos

en los que nadie se pone de acuerdo

las cosas definidas por su sustancia

en un espacio que desaparece al borrar la mirada

 

el hambre como cosquilleo de los dedos

el viento como causa de fiebre corporal

 

esa angustia dibujada en la piel embebida de formol

que fluye y se vuelca al sacar los cuerpos de la nada

pileta virgen de conceptos y de oxígeno

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

13

 

 

quien oye sonidos desde su cama

en la noche de un jueves de Pascua

quizá escuche el suspiro de un hombre

muerto muchos años antes

 

lo mismo que el  gato al maullar

a la medianoche de un domingo

sabe que el mundo allí se termina

pero no está seguro si comenzará otra vez

 

dudas que nacen

como el que nace respirando certeza

de que está vivo porque antes del comienzo

ya existe la zona oscura

 

lo que está tras los ojos es lo que no se ve

intuido e indefinible

frágil como una taza de porcelana

rota dentro de su caja nunca abierta

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

14

 

 

objeto vacío sin concepto

líneas paralelas que forman un triángulo

 

nombres para el límite del entendimiento

al chocar con el abismo detrás de la letra

 

nuestra paradoja es el cuerpo

recipiente entre dos nadas

el cero antes del uno

el blanco silencio después de la palabra

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

15

 

 

la experiencia es madre de la ilusión

¿debo confiar en mis ojos o mis manos?

¿en lo que escuchan mis oídos?

 

varias veces

el silbato de un tren ha sido para mi

el grito de un hombre que cae

de la terraza de un  edificio

 

y he visto la silueta de un niño espástico

en la forma de un cuervo posado en el suelo

 

podemos saborear sangre

al beber un vaso de agua

o engendrar un hijo entre los brazos

después de vender una cuna vacía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

16

 

 

la muerte es un fin en sí mismo

su propio juez y su dios

decisión y designio de caminos

a nadie da cuenta de sus afectos

 

la muerte es un absoluto

que incluye toda posibilidad

 

la incertidumbre es su carácter intrínseco

porque si algo es posible

acepta también lo imposible

 

entonces tal vez la muerte

pueda tolerar la vida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

17

 

 

vi un globo flotando en el mar

toda su superficie blanca y lisa

no era posible decir qué punto

tocaba el agua en cuál momento

 

una simple cosa que se dejaba mecer

como si tuviese conciencia del reposo

el mar parecía conciente de su deber

y mecía a la esfera como un padre

 

elementos separados

indiferentes uno del otro

pero la impresión real era la de un conjunto:

esfera sobre línea recta

 

si todo lo simple fuera capaz de pensamiento

y todo lo que piensa sea alma indivisible

quizá el alma de la esfera

estaba agradecida con el mar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

18

 

el corazón tiene pilares de tres clases

unos adheridos a paredes de bronce

otros con centros libres como cuerdas de guitarra

los terceros abren compuertas de sangre

 

pilares de una catedral gótica

con ecos en sus naves de cuatro cavidades

el prisma del corazón humano

en la arquitectura del barroco

 

la mesa en la que escribo

es un espacio de mis sentidos

yo soy la mesa para el que mira

 

el espacio está en nosotros

como ese cosmos que inventamos

para llegar a Dios en intentos fallidos

latigazos que hacen avanzar las naves

mar adentro



Ilustración: Benoit Depelteau

 

 

 

 

No hay comentarios:

La soledad (Alberto Moravia)

Aunque muy distintos uno del otro, Perrone y Mostallino eran inseparables, si bien en realidad no los unía la amistad, sino, como a menudo o...