sábado, 11 de mayo de 2024

Lenguaje

 





1

 

 

qué ratifica el sentido

de una noche de invierno

bajo un pino congelado

qué cruje qué silba qué cae

para indicar un movimiento

                              

                                más allá aún del miedo más temido

                                está la calma viscosa sin pausa

 

pero esa nada rectifica sus señales

como quien articula sílabas contra un vendaval

cornejas que cantan al caer la noche

peces saltando en el lago

cuando los pescadores retiran las cañas

y los motores escupen polvo y despedidas

 

de los labios que te pronuncian

surge el día después de la noche

del silencio nace el sudor de dioses

para crear mundos desde la calma de los pozos

que arrastran tiempo y sitios perdidos

 

cadáveres colgando con el viento que los mece

así como se mece el vacío de un ánfora

después de su ruptura

 

el cuerpo es materia, luego larvas

y más tarde tierra que otro hombre traga cuando nace

el aire es agua

es nada si se mira, es todo si se exhala

cuerpo que alguien llevará hasta el límite exacto

donde no existe el sonido de la palabra

ni el consuelo de pronunciarla

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

2

 

 

hay varias formas de entender

el ladrido de un perro:

                        su origen, instinto primordial

llegado de esferas, planos ancestrales

desde bosques ocultos tras siglos de polvo

                       

                        su intensidad, fuerza

que acredita el grado de estima a quien ladra

o la furia, la muerte en su boca

símil quebradizo de la alta noche de los polos

aliento de cortezas húmedas

viento del desierto donde aúllan

los abuelos del perro antes manso

que hoy invade la casa con patas embarradas

y sangre en los colmillos

 

                      su tono, plañidero

como campanadas entre hojas secas

engañando a su presa:

su dueño acorralado entre las piedras y el arroyo

frente al perro que crió, alimentó

acarició sobre las mantas de su cama

el animal que no lo reconoce

o tal vez sí

por eso gruñe y ladra

como único

                     último signo de piedad

                    

 

 

 

 

 

 

3

 

 

el que habla más de lo que sus acciones dicen

se expone al escarnio de los profetas de la vida

 

noches ávidas de movimiento

días habitados de manos con gestos

corriendo de un cuarto al otro del edificio del mundo

 

el que habla menos de lo que actúa

se expone al escarnio de los defensores del discurso

 

creadores de ideas, esquemas encuadrados en paráfrasis

luego hipótesis, dogmas finales

incorruptibles, indemnes a la comprobación o al error

 

pero ambas posiciones niegan

del pensamiento su origen

que nace y muere antes del sonido

 

qué es, sino, eso que llega en noches insomnes

extraño y sin sentido, apenas perceptible

como un chirrido o un roce en los oídos

cuando miramos la luna el último día de diciembre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4

 

 

el que habla como un niño

preserva el origen de la primera palabra:

                         el llanto del viejo antes de la muerte

                         el grito del hombre después de matar

                        

esquemas invertidos como la superficie de un lago

peleando por ganar la mente del hombre

que inventa signos para objetos

llovidos del cielo o surgidos de la tierra

 

no las manos ni el pensamiento

sino algo primordial

escurridizo como las moscas del instinto

y tan solitario como un dios que ha olvidado

su propio nombre

                   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

5

 

 

palabras como piedras en oídos vírgenes

aceite hirviendo al fuego de batallas-discursos

 

escuchar y mover los ojos hacia quienes dicen

sentencian, declaman

perpetran crímenes verbales

se levantan del lecho de la muerte

y continúan hablando

miran por las ventanas mientras siguen el camino de la calle

 

palabras que cantan himnos de verbos

como hojas perdidas de la bolsa de un jardinero

y arrastradas por el tiempo hecho tormenta de verano

olvidado el estío al otoño siguiente

estaciones que el mismo Dios tiende a olvidar

 

el silencio es la primavera de las palabras

viento fresco que obliga a cerrar la ventana

para que las ideas no se borren

 

silencio es palabra al fin

muda, murmurada quizá

escrita con los dedos

en el polvo del ruido

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6

 

 

la sombra de las cosas entre los cuerpos

maniobras de la luz sobre la superficie de las cosas

como el dolor de una piedra contra la frente

 

letras encadenadas que construyen

amplios edificios de pisos vacíos

donde un único portero

repite siempre la misma palabra

 

el lenguaje como un arma blanca

que corta los tendones de la realidad

y cose a su gusto las cuerdas

de un nuevo juicio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7

 

 

las cosas reclaman sus nombres

se esfuman sin una mirada

los sentidos las forman

el pensamiento les da significado

 

procrean familias de miembros sumisos

o se rebelan a la mano del hombre

-así como el hombre a veces se niega a su Dios-

 

pero las cosas tienen miedo

abrazan al hacedor

saben que al morir su padre

la materia que sobrevive es alimento del tiempo

y sus nombres sustancia para el olvido

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8

 

 

quién puede decir que el sentimiento

sea algo más que una palabra creciendo bajo la piel

en sinapsis que llevan conceptos

hacia terminaciones nerviosas de mejillas y bocas

donde nacen frases de amor exhalado con el aroma de la menta

                                o de odio con aliento amoniacal

                  

y la respuesta del otro provoca más sinapsis

nuevas digresiones del sentimiento explorado

que claman como una radio encendida y abandonada

en un cuarto con objetos cubiertos de polvo

 

quién dice que el corazón humano

no es más que un libro abierto desde su lomo

                 de las arterias rotas

las palabras fluyen como sangre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9

 

 

cuando hablamos del orden y del caos

de cuál de los dos surgió primero

olvidamos considerar que el músculo

-partes blandas de cambio constante

células que nacen y mueren en órdenes aleatorios-

rodea al casi eterno hueso

 

a veces ese centro se expande

e incorpora elementos del caos

se comporta como un cazador de niños

que crecen en su nueva inmovilidad

hombres viejos atrapados en el tiempo

 

el orden es sólo un tiempo de aparente calma

doloroso como todo lo que nace del antiguo hueso

aire frío soplando en los pasillos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


10

 

 

el revés de las cosas

entraña su contrario

y el inverso es a veces el derecho:

 

                                          el mundo es un círculo con un radio

                                          que ocupa poco más de tres partes de su perímetro

                                          más un resto, residuo algebraico o error del pensamiento

                                          cuyo número infinito es una grieta en la esfera

                                          por la cual penetra lo arbitrario

 

                                          juego de espejos libre de la lógica

                                          principio de destrucción

                                          contrario al orden de las cosas

 

 

 

 

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